La vida, la naturaleza, la humanidad sólo son bellas palabras cuando son transformadas por un cerebro creador. (Edmond Jaloux)
A medida que las personas maduramos y vamos adquiriendo experiencia, conocimientos, aprendemos que nuestras acciones, nuestras conductas, para bien o para mal, tienen unas consecuencias. Es decir que nuestras actuaciones, generan unas energías positivas o negativas, nos dan unas satisfacciones positivas o negativas, sentimos en nuestro interior una carga de conciencia positiva o negativa, que regresa a nosotros con las mismas consecuencias o proporciones.
La ciencia demuestra como el principio de casualidad se cumple al detalle, por ejemplo en todas las células sin excepción, porque en la inteligencia universal de todas ellas ya viene programada la respuesta más adecuada a cada situación concreta.
¿Qué sucede con las personas?
Pues que no viene programado y pertrechado con la respuesta adecuada, como las células de que está formado su cuerpo, y casi siempre reacciona de forma primaria y visceral y toma decisiones de manera inconsciente. Actúa por reflejos condicionados, por impulsos, raramente con sentido común y con sensatez, y aunque es consciente de que sus acciones, su conducta, tienen unas consecuencias, le cuesta mucho aprender de esas consecuencias.
Nos cuesta aprender, o preferimos hacerlo de la manera más cómoda posible, aunque en demasiadas ocasiones esta no sea la correcta, obramos dejándonos llevar aún conscientes de que no es la manera idónea ni apropiada.
Hay algo en una bitácora amiga y compañera que entre otras muchas nos dice hoy lo siguiente:
Mientras seguimos creyendo que si damos estamos obrando correctamente, esta acción no siempre es la requerida, en nuestro mundo, en nuestra sociedad, en nuestra vida diaria seguimos viendo que algunos dan con la boca chica, con la mano encogida, y con el corazón y la voluntad mínima y con escasez.
Obramos con recortes, con medidas mínimas, pensando más en recibir que en darse sin esperar nada a cambio, en darse porque es la única manera que sin miras egoístas nos aportará y dará más de lo que realmente esperamos o deseamos, si lo hiciéramos así, seguro que muchos de los problemas que nos afectan estarían ya solucionados y solventados.
¿Somos capaces o nos queremos preparar para intentarlo?
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3 comentarios:
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HOLA RUTH CUANTA VERDAD EN TU LINDA ENTRADA QUE DISFRUTES DE UNA LINDA SEMANA
CHRISTIANN
Hola amiga Ruth:
Bien lo planteas: "Nos cuesta aprender, o preferimos hacerlo de la manera más cómoda posible, aunque en demasiadas ocasiones esta no sea la correcta, obramos dejándonos llevar aún conscientes de que no es la manera idónea ni apropiada."
Ayer subí un post abordando esta misma cuestión, tenía planteado dejarlo en el 5x1 pero este Soñador se nos ha perdido.
Recibe un abrazote amiga.
Yo pensaba que eran del 5X1.
la comodidad y no querer aprender de los demás es un defecto que muchos humanos debemos subsanar.
Saludos. Nieves.
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