Aquella típica frase, de ser o no ser, esa es la cuestión...

Filosofía que no por todos es entendida, filosofía que no por todos es compartida, pero a pesar de las grandes hipótesis, de las grandes dudas, de las grandes lagunas que a lo mejor puede despertar en muchos la filosofía, a algunos nos gusta este tema, desenmarañar sus entredichos, sus inquietudes, sus resoluciones con respecto de nuestras dudas, de nuestras innumerables preguntas que a diario pueden invadir nuestro ser, nuestra persona, esa esencia y aliento de vida que somos la humanidad.

Todos somos ser, todos somos gentes, algunos aspiramos a ser personas, y en el camino los y las hay que no se despiertan las mismas inquietudes, las mismas preocupaciones, ni las mismas aspiraciones de avanzar de progresar, de aspirar a buscar esa igualdad entre los mismos humanos que formamos y somos parte de este todo que es el mundo.

Reconocer, mantener y promover en cada ser la dignidad de la persona, esta es toda la educación de la humanidad. (Enrique Pestalozzi)

Según esta gran pedagogo, la mejor manera y el primer principio pedagócico era la naturalidad, indicó que sólo la educación podía realizarse conforme a una ley (armonía con la naturaleza). De este principio se deriva la necesidad de libertad en la educación del niño; es necesario que esté libre, para que pueda actuar a su modo en contacto con todo lo que le rodea (ambiente).

El orientar a nuestros niños esos que serán y son los que siguen dando continuidad y existencia a la humanidad, son los que educándolos en libertad, el día de mañana serán grandes hombres y mujeres involucrados y con un conocimiento de discernimiento que harán y formarán a otros niños a ser hombres y mujeres, que saben lo que son, y saben lo que quieren.

Días atrás mucho hemos debatido en otros lares amigos sobre la necesidad de hacer un cambio en el sistema educativo de nuestros niños y jóvenes, leyendo el principio pedagógico de Pestalozzi me ha ayudado a meditar, y confimar lo que ya he remarcado en demasiadas ocasiones, que lo principal es saber meditar, saber discernir, saber pensar, saber ver la naturaleza, la existencia y el principio de las cosas, algo sencillo a la vista y al alcance de algunos, pero que no siempre es una pauta educativa que se lleve a buen término.

Para aprender a memorizar, creo antes primordial, el saber discernir, para ello es fundamental el dejar al individuo ser libre de sus actos y de sus pensamientos. Primero dejarle libre para leer y meditar cualquier tema materia, o cualquier área de la vida cotidiana, posteriormente cuando ya haya racionalizado el tema, podrá memorizarlo sabiendo la esencia, la razón, y el discernimiento de lo que debe memorizar.

¿Somos lo que se ve, o somos lo que otros quieren que seamos?

Naturalidad, libertad, cada uno somos de una manera de ser, dentro de ese ser, entendemos que forma un gran papel la educación, pero no la imposición de pautas que algunos se han conformado y acomodado, otro gran hombre Celestín Freinet, promotor del tanteo experimental, dijo.

La escuela no debe desinteresarse de la formación moral y cívica de los niños y niñas, pues esta formación no es sólo necesaria, sino imprescindible, ya que sin ella no puede haber una formación auténticamente humana”

No podéis prepara a vuestros alumnos para que construyan mañana el mundo de sus sueños, si vosotros ya no creéis en esos sueños: no podéis prepararlos para la vida, si no creéis en ella; no podréis mostrar el camino, si os habéis sentado, cansados y desalentados en la encrucijada.

Esta profunda reflexión, se la dedico a un gran amigo y compañero, Javier Caso iglesias el cual está grandemente involucrado y preocupado en todo aquello que incumbe al actual sistema educativo que está llevándose a término en nuestra sociedad actual.